Hay lugares que uno guarda en un rinconcito especial de su corazón y cuando vuelves a ellos los recuerdos se arremolinan. Es lo que nos ha pasado cuando el sábado fuimos a "bautizar" a Paola en el río Ruecas a su paso por Cañamero, donde en verano nos juntábamos para bañarnos en la piscina natural. Recordábamos a Bueh, y como disfrutaba con un agua que seguramente echará mucho de menos, también nos acordabamos de las rutas de senderismo que tanto hemos disfrutado, por aquí pasa la ruta de Isabel la Católica que va de Cañamero a Guadalupe. Sin duda un lugar especial que ahora lo será aún más.
viernes, 29 de abril de 2011
lunes, 18 de abril de 2011
Remontando el vuelo.....en parapente.
Hace mucho tiempo que queríamos probar la experiencia de volar en parapente, el viernes por fin se alinearon los astros, la meteorología y nuestras agendas y pudimos cumplir nuestros deseos. Contactamos con la escuela de parapente Aerofly, que además de organizar cursos para aprender a volar realiza vuelos en biplaza para tener un primer contacto con este apasionante mundillo. Nos tranquilizó mucho saber que Andrés, con el que volamos, es cuatro veces campeón de España de parapente clase sport. Quedamos con ellos en La Parra y de allí nos desplazamos hasta el lugar de despegue situado en la zona que llaman La Mina muy cerca del castillo de Feria. Pasamos una tarde muy agradable con otros aficionados a este deporte y si bien el vuelo en sí es muy tranquilo para aquellos que quieran descargar adrenalina no tienen más que decirle a Andrés que haga unos cuantos giros, nos comentó que en alguna ocasión ha llegado a ponerse boca abajo. En definitiva una experiencia muy recomendable, quien sabe si dentro de poco nos animaremos a hacer el curso y volar en solitario.
Parapentes al atardecer (Lucía es la que está a punto de chocarse con el sol, jeje) |
Lucía preparada para volar |
Marcos en la zona de despegue |
Marcos y Andrés en pleno vuelo |
Los pies de Lucía en vuelo |
Haciendo giros, gluuup |
Paisaje con el castillo de Feria al fondo |
Paola aunque vino prefirió quedarse en tierra |
viernes, 1 de abril de 2011
Timanfaya. Lanzarote
Por fin nos decidimos a hacer un viaje con la pequeña Paola (5 meses), después de darle muchas vueltas al posible destino nos decantamos por Lanzarote, con muchas cosas que ver pero también tranquilo por si Paola se cansaba demasiado. Todo un acierto, volvemos encantados de un lugar diferente donde el turismo no ha degradado en exceso el paisaje, gracias a Cesar Manrique los edificios no superan las tres plantas en casi toda la isla y sus intervenciones en las formaciones volcánicas son espectaculares.
La primera visita que hicimos fue al Parque Nacional de Timanfaya, la zona tal y como la vemos actualmente es el resultado de las erupciones volcánicas que tuvieron lugar en 1730 y 1736, sepultando nueve pueblos y modificando totalmente el paisaje de la isla. Lamentablemente la visita se reduce a una vuelta en autobús de una media hora, donde si bien se puede contemplar bastante bien los diferentes ambientes del parque, la explicación por medio de una grabación deja mucho que desear, así como la imposibilidad de hacer fotos de calidad ya que las tienes que hacer a través del cristal del autobús. Aun así merece la pena, aunque recomiendo hacer las rutas de senderismo que se pueden contratar en el centro de interpretación del parque o a través de internet.
Panorámica del inicio de la ruta por Timanfaya |
Uno de los múltiples cráteres |
Paola y Marcos junto con el diablo símbolo del parque |
Paisaje lunar |
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