Costa Vicentina. Portugal

Terminamos nuestro recorrido por la costa sur de Portugal pasando unos días en Carrapateira, acantilados altísimos, calas solitarias, aguas gélidas y bañistas sustituidos por surfistas. Un lugar ideal para relajarse y deleitarse con paisajes increíbles, atardeceres deliciosos y como no, muy buena compañía.

Praia Mareta, Sagres

Acantilados de Arrifana

Carrapateira

Caracol en la Praia do Amado

Acantilados

Rocas en Arrifana

Bichejos

No somos muy asiduos de las fotos macros de bichos, no contamos con el equipo adecuado, con la compacta has de acercarte mucho y se espantan y con la reflex no tenemos un objetivo macro, pero ahora no puedes salir al campo a hacer fotos sin traerte unos cuantos bichos en la tarjeta, menuda está la primavera. Esperamos que os gusten.

Euphydryas aurinia

Anomala Ausonia

Heliotaurus ruficollis

Agapanthia asphodeli

Este escarabajo no hemos sido capaces de identificarlo

Zambujeira do Mar. Portugal

Seguimos bajando por la costa del sudoeste alentejano y llegamos a Zambujeira do Mar, este pequeño pueblo situado sobre un acantilado es famoso por su festival de música. Llegamos tarde, así que, tan solo tenemos tiempo de dar un paseo y bajar a ver el atardecer en la playa naturista dos Alteirinhos.

Porto Covo. Portugal

Seguimos nuestra andadura por la costa portuguesa y nos detenemos en Porto Covo, uno de los lugares con más encanto de la zona que no nos cansamos de visitar, como no puede ser de otra manera degustamos el arroz de marisco de "O Torreao" y aunque el día no era muy bueno nos dimos un buen paseo por la playa.

Coincidiendo con la incorporación de nuestro seguidor número 100 queremos agradeceros a todos vuestros comentarios y visitas a este blog, aprendemos de vosotros y sirva como ejemplo este par de homenajes al blog de Chalo84 y de Cielos.

Praça do Marques, Porto Covo

Playa de San Torpe

Iglesia de Porto Covo

Casas de Carrasqueira. Portugal

Otra de las curiosidades de este pueblo son sus casas de paja, construidas por trabajadores rurales, pescadores y salineros que venían a este pueblo buscando mejores condiciones de vida, pero para que no obtuvieran derechos de posesión los propietarios del terreno no les permitían la construcción con materiales duraderos, así que las hacían de madera y paja. Para evitar que un fortuito incendio acabara con todas sus posesiones, se construían dos cabañas juntas, una para albergar a las familias y la otra para la cocina. Hoy en día algunas han sido rehabilitadas como alojamiento rural.