Sin haber terminado los post correspondientes a Lanzarote, saltamos de isla pero sin salir de la
Macaronesia, es el momento de Madeira y concretamente de su capital, Funchal. Ciudad moderna, turística, repleta de lujosos hoteles, buenos restaurantes y marcha nocturna, es sin embargo, el único lugar donde hemos podido encontrar los vestigios del esplendor de siglos pasados, cuando el auge de la caña de azúcar producía un efecto llamada entre los piratas de media Europa. Rodeada de escarpadas montañas cuyos valles apuntan al puerto donde atracan los lujosos cruceros, Funchal nos invita a pasear por sus calles, aún a sabiendas que detrás de cada esquina se esconde una cuesta empinada que nos hará ir, si cabe, más despacio.
Al igual que la mayoría de los turistas que visitan Madeira, hemos tenido a su capital como campo base para ir descubriendo esta maravillosa isla.
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Panorámica de Funchal |
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Fuente del Jardín Municipal |
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Garita del Fuerte de San Tiago |
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Catedral de Funchal |
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Fortaleza do Pico desde la piscina del hotel |
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Funchal desde el teleférico a Monte |
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Cámara Municipal |
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Parte alta de la ciudad |