IMP.NERVAE.TRAIANO.CAESARI.AVG.GERM.DAC.SACRVM
Templum in rupe Tagi superis et Caesare plenum ars ubi materia vincitur ipsa sua.
Quis quali dederit voto fortasse requiret cura viatorum quos nova fama iuvat.
Ingentem vasta pontem qui mole peregit sacra litaturo fecit honore Lacer.
Qui pontem fecit Lacer et nova templa dicavit, illic se solvunt, hic sibi vota litant.
Pontem perpetui mansurum in saecula mundi fecit divina nobilis arte Lacer.
Idem Romuleis templum cum Caesare divis constituit felix utraque causa sacri.
C.Iulius Lacer H(oc)S(acellum)F(ecit) et dedicavit amico Curio Lacone Igaeditano
Hunc titulum procellis abrasum Philippus IV renovari, marmori denuo incidi Elisabeth II decrevit.
Comenzamos esta ruta en el
Templo Romano de Alcántara, situado a los pies del singular puente y cuyas
inscripciones nos cuentan que el arquitecto encargado de las obras de todo el
conjunto fue Cayo Julio Lacer, si bien fue sufragado con los impuestos de los
pueblos de alrededor, en honor a Trajano y los dioses de Roma, “para que durase
por los siglos en la perpetuidad del mundo”. Y aquí sigue, en pie, majestuoso
sobre el río Tajo, camino de los 2.000 años, después de haber soportado riadas,
guerras y quien sabe cuántas calamidades más. No se nos ocurre mejor lugar para
comenzar un camino que une a la perfección las riquezas patrimoniales y
naturales de nuestra tierra.
Tras cruzar el puente giramos siguiendo el cauce del río, que
serpentea encajado entre pizarras, camino de Portugal. Durante los
aproximadamente dos kilómetros de este tramo encontramos varias fuentes y un
curioso embarcadero que en forma de galería baja al Tajo desde el camino.
Poco antes de llegar al regato de los Remolinos comenzamos la
ascensión por el sendero que discurre paralelo a este dejando a nuestras
espaldas el rio Tajo. En época de lluvias merece la pena desviarse ligeramente
para ver la escalonada cascada Matacaballos. En esta zona de laderas de matorral
típicamente mediterráneo podremos encontrar uno de los símbolos del Parque
Natural del Tajo Internacional, el Lirio amarillo de monte o Lirio lusitano (Iris lusitánica), se trata de un
endemismo luso-extremadurense que florece entre los meses de mayo y junio. En
cuanto a las aves podremos ver varias passeriformes entre las que destacan la
Collalba negra (Oenanthe leucura) y
la pequeña Curruca tomillera (Sylvia
conspicillata).
Continuamos nuestra ruta por una zona ondulada y desarbolada donde
caballos y vacas pastan tranquilamente. Según nos acercamos a Estorninos las
retamas se ven acompañadas en un paisaje adehesado a la vez que van
desapareciendo los afloramientos pizarrosos.
Transitamos ya por las callejuelas de Estorninos, localidad marcada
por su situación fronteriza que le ha hecho ser partícipe de numerosos
conflictos entre españoles y portugueses que fueron diezmando su población, en
la actualidad constituye una pedanía de Alcántara. En ella destaca la iglesia
de Santiago Apóstol, construida en el siglo XVI en una sola nave con
contrafuertes de sillería y con ábside semicircular, posee también una pequeña
torre que curiosamente se encuentra algo separada de la nave principal. Ya a
las afueras encontramos el Humilladero, pequeña ermita realizada en mampostería
de pizarra y sillares de granito.
Seguimos nuestro camino en ligero ascenso en dirección al Monte del
Cabezo y en el paraje conocido como Cercas del Tío Benigno observamos un
magnífico chozo en muy buen estado de conservación.
El paisaje está ahora
dominado por grandes bolos graníticos que nos anticipan el siguiente hito en
nuestra ruta, el Menhir del Cabezo, este monumento megalítico consiste en una
gran piedra alargada de 4,65 metros de largo y 1,20 metros de diámetro máximo,
realizado de una sola pieza de material granítico al cual se le atribuyen significados
funerarios, astronómicos, sexuales y territoriales. En la actualidad se
encuentra tumbado aunque originalmente estaría hincado en el terreno.
Nos encontramos en el punto más alto de la ruta y prácticamente hemos
recorrido la mitad del camino, unos 10 kilómetros. Nos dirigimos hacia la
carretera que une Alcántara con Piedras Albas y la cruzamos para llegar a La
Cantera por la parte norte. Esta cantera fue utilizada para extraer material
durante la construcción de la presa de Alcántara, en la actualidad el agua
cubre parte de esta oquedad formando un lago artificial de aguas cristalinas,
ya que proviene de manantiales, y que en algunos puntos llega hasta los 50
metros de profundidad. Es recomendable acercarse con mucho sigilo para no
molestar a la colonia de Buitre leonado (Gyps
fulvus), Alimoche (Neophron
percnopterus) y Cigüeña negra (Ciconia
nigra) que habita en sus paredes. En la parte sur de la cantera encontramos
una pequeña playa muy bien acondicionada que nos vendrá muy bien para aliviar
el cansancio acumulado.
Afrontamos el último tramo que nos lleva de vuelta al puente romano
siguiendo el camino que discurre paralelo al embalse en el punto en el que el
rio Alagón se une al Tajo. En varias ocasiones nos vemos obligados a desviarnos
para acceder a los miradores que ofrecen las mejores vistas del embalse, la
presa y el puente.
Para los amantes del geocaching tanto
la localidad de Alcántara como esta ruta nos dará la posibilidad de encontrar
numerosos “tesoros”.
Características de la ruta:
Ruta circular de 20 km
Bien señalizada
Desnivel acumulado de 400m
Duración aproximada 5h
Dificultad escasaEste artículo forma parte del libro "Rutas para descubrir Extremadura", editado por la Fundación Xavier de Salas en colaboración con la Dirección General de Turismo de la Junta de Extremadura y que podéis descargar aquí.