De nuevo en el viejo continente el calor aprieta y decidimos escaparnos a la costa de Portugal, esta vez el destino es Peniche una península fuertemente amurallada de la región Centro. Una de las opciones más interesantes de esta zona es la visita a la
Isla Berlenga, refugio protegido de gran cantidad de aves. El viaje desde Peniche es de poco más de media hora pero la salida en contra de las olas y la pequeña embarcación dando panzazos la hace más pesada.
Sobre uno de los islotes cercanos a la Isla Berlenga se levanta el Fuerte de San Juan Bautista, de 1502, que nos hace pensar en la importancia estratégica de la zona, hoy en día es un albergue que junto con una zona de acampada suponen los únicos lugares donde pernoctar.
Reconozco que nunca me han gustado las gaviotas y pasear por la isla rodeado de cientos de ellas no era una idea que me resultara muy agradable, sin embargo de repente me sorprendí sonriendo, no lo podía creer, sus graznidos similares a las risas me habían contagiado. Y así estuve, durante las tres horas que anduve recorriendo la isla, con una sonrisa que en algunos momentos se convertía en carcajadas, y os puedo asegurar que no tomé nada "extraño".
Según cuentan ya en 1465 el rey Alfonso V de Portugal prohibió la caza en este lugar, por lo que es considerada la primera reserva natural del mundo, hoy en día gran cantidad de aves marinas anidan aquí lo que motivó su protección como reserva natural en 1981.
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Fuerte de San Juan Bautista |
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Gaviota en el Fuerte |
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Faro |
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Zona de Buzinas e islotes |
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Barrio de pescadores y zona de acampada |