En el siglo XVII, tres monjes franciscanos decidieron construir este monumento a la transitoriedad de la vida, en un intento de que las personas no dieran tanta importancia a lo material (curiosamente, mucho tiempo después, el tema sigue teniendo sentido). Se utilizaron huesos de 5.000 personas (quizá muertos por una epidemia de peste negra) recopilados de los cementerios de la ciudad y alrededores. Sin duda un lugar para reflexionar.
6 comentarios:
La verdad es que debe impresionar entrar en esta capilla, un poco macabro ¿no?...
Desconocia de la existencia de un sitio como este y es que los blogs a parte de enseñar nuestras aficiones nos sirven para aprender cosas nuevas.
saludos.
Toni, más que impresionar lo que te hace es plantearte cosas en las que normalmente no piensas.
Existen varios ejemplos más de este tipo en Portugal, que yo recuerde hay otra capilla un poco más pequeña en Campo Maior, a unos 15km de Badajoz, y otra en el Algarve, creo que en Faro. Ya sabes, las modas de la época.
Un saludo.
Marcos.
Mira, como yo no puedo hacer tantos viajes como quisiera, disfruto de los de gente como tu que sabe saborear y sacar partido de ellos.
Es un placer pasear por tu galería, así que sigue sin soltar la cámara y enséñanos todo cuanto puedas.
De momento seguiré tu blog para viajar cada vez que quiera.
Un abrazo
Los muros y columnas de huesos, vale.
Pero lo de los cadáveres momificados, es para salir corriendo y no parar. De pesadilla.
increible debe de ser increible entrar ahí, un saludo me encanta vuestro blog
Tampoco nos impresiono tanto, yo creo que el hecho de hacer la visita en grupo amortiguó un poco el golpe. Para mi fue peor después, cuando te paras a pensar.
Un saludo
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