Ya estamos en La Paz

Despues de un viaje muuuuuy largo, con demora en la entrega de maletas incluida, ya estamos en La Paz. La llegada fue impresionante, desde el avión se veía todo nublado, de repente vimos como las montañas que rodean La Paz sujetaban las nubes y la vista de la ciudad era espectacular. Rodeada de picos de hasta 6.000 metros, La Paz es un agujero con construcciones que van desde los impresionantes rascacielos hasta las chabolas de las partes más altas. El aeropuerto está situado en la parte que denominan El Alto, una meseta situada entre la alta montaña y la ciudad, las vistas desde esta cornisa son espectaculares, así que, al taxista que nos llevaba hasta nuestro alojamiento, lo mareamos diciendole, "pare usted aquí, que vamos a hacer unas fotos", así cada 200 metros, por poco no nos deja allí arriba.

Panorámica desde El Alto

Vista del Nevado Illimani sobre La Paz

El mal de altura se nota nada más bajar del avión, un dolor de cabeza, al principio un poco fuerte, que va disminuyendo pero que nunca desaparece del todo, las pulsaciones suben rápidamente en cuanto das dos pasos, el corazón intenta paliar la falta de oxígeno bombeando con mayor rapidez. Dicen que dura un par de días, esperemos que sea así.

Una vez descansado del viaje, nos dirigimos al mercado de las brujas, una serie de callecitas, donde se concentran las tiendas de artesanía más turísticas y las agencias de viajes que proponen multitud de actividades de montaña, desde los más ligeros trekking hasta escaladas de alta montaña.

Vendedora ambulante en Sagarnaga

Tienda de artesanía en Sagarnaga

Cableado eléctrico en Sagarnaga

El centro de la cuidad nos ha sorprendido bastante, hay increibles rascacielos intercalados entre casas de arquitectura colonial muy bien conservadas. Hay mucho ambiente en las calles y están preparando las procesiones del próximo jueves, día de la patria. Nos llamó mucho la intención como quieren inculcar el respeto por los peatones en los pasos de cebra, no os perdais la foto más abajo.

Arte callejero y vendedora ambulante en el centro de La Paz

Edificios en el centro de La Paz

Alternancia de rascacielos y edificios coloniales

Cebras en un paso de cebra

En la AECID nos han recibido de maravilla (el embajador no nos atendió porque estaba de viaje, sino ya tenía preparado los Ferrero Rocher, jaja). Hoy lunes ya empezaban todos a currar, que para eso han venido, yo me dedicaré a seguir descubriendo la ciudad y a preparar las excursiones de los fines de semana, que parece que prometen bastante.

Laura, Javier, Ainhoa, Lucía y Pati en la sede de la AECID