jueves, 13 de agosto de 2009

Potosí

La historia de Potosí nace paralelamente al descubrimiento de sus minas de plata. Cuenta la leyenda que el indio Diego Huallpa subió por las lomas del entonces Sumaj Orcko (Cerro Hermoso) en busca de unas llamas perdidas, se le hizo de noche y encendió una lumbre para calentarse, el calor de la fogata derritió el material, dejando correr hilos de plata pura. Parece ser que los incas conocieron este hecho y fueron a ver la montaña, pero se produjo un movimento de tierra y pensaron que la Pachamama (madre tierra) no quería que extrajeran la plata de la montaña. Sin embargo, los españoles no tuvieron los mismos reparos y pronto establecieron allí una industria que proporcionó al reino de españa toneladas y toneladas de plata, en forma de lingotes y monedas durante más de tres siglos.

Vistas de los barrios mineros de Potosí y del Cerro Rico


La principal visita en esta ciudad es la de la Casa Nacional de la Moneda. Se trata de la segunda casa de moneda construida en la ciudad, una vez que la Antigua Casa Real de la Moneda cerrara sus puertas, después de 212 años de actividad, en 1767. En esta visita se puede contemplar una importante colección pictórica que incluye, por supuesto, la Virgen del Cerro. También se realiza un paseo por todo el proceso de fabricación de las monedas, desde que llega la plata en forma de lingote, hasta la formación de las monedas.
Nos comenta la guía, poniendo un poco de mala cara, que después de haber salido de aquí las monedas del reino de España durante tanto tiempo, irónicamente, las monedas actuales de Bolivia se realizan en España.
Uno de los detalles más característicos de esta Casa de Moneda es el denominado mascarón que se encuentra en el patio principal, al parecer se colocó en la época republicana para ocultar el escudo de Carlos V.

Patio principal de la Casa de la Moneda

Virgen del Cerro

Iglesia de San Lorenzo

Detalles del Barroco-Mestizo de la Iglesia de San Lorenzo


Paseando por sus calles nos damos cuenta de esta ciudad ha visto mejores momentos, en el siglo XVII contaba con 160.000 habitantes, siendo la ciudad más poblada de América y una de las más productivas del mundo. Sin embargo mantiene un encanto especial, un poco decadente si, pero con unos rincones de un atractivo especial. Desde mediados del siglo XIX, agotadas las reservas de plata, los mineros intentan seguir sacando provecho del Cerro, esta vez en forma de estaño.


Calle Millares, una de las calles más tipicas de los barrios mineros


Ventana del Hostal Compañía de Jesús

Calle de Potosí con el Cerro Rico al fondo

Detalle de la Iglesia de Belén

Un descanso en el trabajo, ventana del Palacio Consistorial

Debido al intenso frio, las vendedoras ambulantes protejen a sus hijos de manera, cuanto menos, curiosa

2 comentarios:

Esther Morán dijo...

Unas vacaciones envidiables.
Suerte tenemos de que nos haces partícipes de tus experiencias.
Abrazos

Anónimo dijo...

Soy Boliviana, me gusto muchisimo su blog, tienen unas fotos Bellisimas... no se si conocieron más lugares de mi país, yo espero que si, o que en el futuro se animaran a hacerlo, por que estas tierras ademas de su encanto, tienen su magia y creo que verlo, sentirlo, eso No alcanzaria en una fotografia.
Saludos desde La Paz!!
pame_leaves@hotmail.com

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