lunes, 22 de julio de 2013

Viaje a Islandia IV. Seljalandsfoss, camino a Dyrhólaey

Retomamos nuestra ruta al este de Islandia camino de Dyrhólaey por la N1 (Hringvegur o Ring Road), poco a poco vamos acercándonos a la zona de los glaciares y el primer indicio son las grandes planicies de grava negra del río Markarfljót, que recoge las aguas del Mýrdalsjökull y del Eyjafjallajökull (famoso por afectar al tráfico aéreo mundial en 2010), viéndolas es fácil imaginar el caos que debe suponer el deshielo repentino de un glaciar producido por una erupción volcánica y la magnitud de las riadas posteriores. Sin embargo, ya desde lejos, lo que nos llama la atención es la estilizada cascada de Seljalandsfoss, situada en lo que hasta hace no mucho tiempo eran los acantilados de la costa sur, con sus 60 m de caída, no tiene mucho caudal pero la particularidad de poder verla desde detrás.
Junto a ella se encuentran otras caídas de agua que hacen que el paisaje sea espectacular.
Muy cerca de Seljalandsfoss está otra de las cascadas más famosas de Islandia, Skogafoss, pero decidimos seguir adelante y dejar esta para el camino de vuelta, se hace tarde y queremos llegar a Dyrhólaey antes de que se haga de noche, aún así, es difícil no parar a hacer algunas fotos de los caballos o del fantástico atardecer con unas nubes de ensueño que son el colofón de un gran día y el preámbulo de otro si cabe mejor.

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