martes, 15 de enero de 2013

¡¡¡Vamos chicos...al dormidero!!!

Después de disfrutar de un gran día en el Festival de las Grullas me picó el gusanillo grullero y como una de los momentos más especiales de ese día fue ver salir las grullas del dormidero me propuse repetir la  experiencia pero al atardecer. Busqué en Birdinginextremadura las zonas grulleras más cercanas a Badajoz, donde resido, y al final me decidí por acercarme al Complejo Lagunar de La Albuera. Es una zona que tenía ganas de visitar ya que hace tiempo me sorprendió que fuera el único humedal de Extremadura incluido en la lista Ramsar. El complejo está compuesto por siete lagunas y cuatro charcas si bien en épocas de lluvias el agua aflora casi por cualquier lado con lo que hay que tener cuidado si no quieres acabar con la pierna hundida hasta la rodilla. En la información que había encontrado situaban el dormidero de las grullas en la denominada Laguna Grande, así que cargué la mochila y en plena tarde de reyes me fui para allá.

Mapa de situación del Complejo Lagunar de La Albuera

Hacía una tarde muy buena, con una luz muy agradable para la fotografía, así que me fui entreteniendo en mi camino hacia la Laguna Grande. 

Panorámica de la Laguna del Junco
Laguna del Junco
Muy pronto aparecieron las primeras grullas pero, para mi sorpresa, no se dirigían hacia el dormidero si no que se quedaban bastante más al este. Probablemente este comportamiento fuera debido a la presencia de cazadores en una finca cercana. Las veía bajar a lo lejos pero no tenía tiempo de llegar con luz a donde estaban, con lo cual decidí dedicar lo que quedaba de tarde a hacer fotos por las inmediaciones.

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Aves en la Laguna Grande
El final del día me regaló un impresionante atardecer.
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Unos días más tarde volví al mismo lugar pero, en este caso, en vez de acceder por la N-432 tomé el "camino de los entrines" que parte de La Albuera, en seguida pude contemplar los primeros ejemplares alimentándose en la dehesa y podía escuchar múltiples tropeteos lejanos.

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Situado ya en las inmediaciones de la Laguna Grande y escondido entre los arbustos pude contemplar como las grullas se iban acercando y poco a poco entrando al dormidero, el ruido era ensordecedor, parecía como si se estuvieran contando unas a otras donde habían pasado el día y celebraban volverse a ver. Como uno de los bandos que venía por la parte donde yo estaba consiguió descubrirme y decidió no entrar al dormidero pensé que lo mejor era marcharse y no molestarlas más.

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Simplemente a modo de testimonio me permito poner esta foto del primer grupo de grullas en el dormidero, la próxima vez vendré con mejor equipo y montaré el hide. Definitivamente las grullas enganchan.